De la mano de Pechuga, nos llega la crónica del seven de Granada:
Coche 1:
Yara, Nemo, Julia y Carmen
Coche 2:
Matilda, May, Nicky y Andrea(Lauda).
Coche 3:
Ketama, Pechuga, Teresa(Fresca) y Pesca
Viaje a Granada a jugar el V Torneo a favor de la Violencia de Género, salimos el viernes casi por la noche ya que la expedición de Nemo y Yara a por víveres se alargó varias horas. El coche 3, tras sufrir contratiempos técnicos con el GPS dio una pequeña vuelta por la M-30 y quedó rezagado. Una vez en Granada nos dirigimos a casa de Jota, que vive con un italiano y un andaluz. Todo el piso tiene un distintivo olor a hierba, en parte gracias a la pedazo de planta que tiene metida en un armario el niño liendre. Poseídas por el espíritu de los torneos rugbísticos, May Julia y Carmen decidieron acostarse nada más llegar.De nuevo Matilda y Yara perpetraron una sangría de aspecto indeseable capaz de hacer olvidar la famosa salsa agridulce de la última casa rural, así que el resto nos pusimos a jugar al duro con Jota, que al parecer no hace otra cosa en la vida y empezó a repartir vasos de sangría a diestro y siniestro. Al rato y ya en un avanzado estado de ebriedad nos fuimos a una discoteca granadina, donde ya había estado rugby físicas hace años en ese viaje para un amistoso que acabó cuando Janio fulminó al 51 colorines.
Ya de vuelta en casa de Jota, el entrenador ketama, en un ejemplo de profesionalidad, se dedicó a rociar al personal con colacao mientras intentaban dormir.
El sábado nos levantamos razonablemente pronto para ir al torneo, y una vez allí nos dijeron que no jugábamos hasta la hora de comer así que decidimos disfrutar de un tranquilo desayuno. Dada la escasez de efectivos en físicas, la organización decidió dejarnos tres chicas de Ciudad Real que estaban sin equipo.Por un momento la alegría fue generalizada al ver llegar a tres chicas con pinta de duras y más altas que yo, hasta que dijeron que no habían jugado nunca.
Fiel a la filosofía de físicas en este tipo de torneos, perdimos todos los partidos, pero aún así hubo cosas muy positivas. Teniendo en cuenta que la única que no era novata de este mismo año era Yara, en todos los partidos hubo momentos en que hubo dominio de físicas, especialmente jugando con la delantera. Luego la línea de novatas tenía problemas contra el resto de equipos que jugaban bien a la mano (la mitad de las jugadas que hacían no nos salen a los del masculino ni de coña), pero aún así hubo placajes serios y generalmente los ensayos en contra eran por superioridad fuera. Destacable el torneo que hizo Nemo jugando de dos, inconmensurable Yara de medio y muy bien Julia de apertura organizando la línea (a mi me cuesta y es mi 5º año, ella no llega a 5 semanas).
Cabe comentar que hubo un par de lesionadas, pesca con daño en una mano, y May se torció el tobillo, en buena hora. Eso de que un médico cura, dos dudan y tres muerte segura se cumplió al pie de la letra. Entre la fisio y el ATS nos marearon, y ya cuando llegó el de la ambulancia apaga y vámonos. Nos llevaron al hospital mientras discutían entre ellos sobre si poner la sirena o no, y al final lo del tobillo no fue nada serio. Aparte de eso el torneo fue una sosez en el sentido de que no nos dieron una misera cerveza, la comida era un bocadillo miserable, y tuvimos que improvisar con un paquete de galletas y un brick de leche. Llegamos tarde al antro del tercer tiempo asi que ya no quedaban mas que postres, y como todos estabamos muertos nos fuimos a casa al rato. Por la mañana una vuelta por el Albahicín, recoger y para casa. El año que viene más.
