jueves, 8 de marzo de 2012

Crónica Tenerife


Rugby físicas se pone en marcha para demostrar a las canarias lo que valemos las madrileñas.
Tras varios despistes conseguimos entrar en el avión con tres botellas de ron miel; tarde pero la diversión estaba asegurada.


Un viaje tranquilo, hasta que el alcohol hizo mella en nosotras, lo cual, lejos de parecerles algo impropio de un vuelo, les resultó bastante cómico a los azafatos, que prometieron venir al día siguiente a animarnos; aunque en mi opinión nunca se creyeron que con semejante chuzo fuésemos capaces de jugar un partido al día siguiente por la mañana. Pesca y Blanca comenzaron una siesta, y Bobby su propia fiesta. La discreción a la hora de empinar el codo decaía proporcionalmente a cómo se vaciaban las botellas. Ahí es donde verdaderamente empezó nuestro viaje (o aventura, mejor dicho). Tras un vuelo, que se nos hizo corto, se apagan las luces y comenzamos el aterrizaje, lo que hace que la bombilla de Bobby brille con luz propia y empiece a intentar captar gente como si de ello dependiese su vida: “A todas las chicas del avión, si queréis jugar al rugby, jugad con nosotras, Rugby Físicas en paraninfo, a las 13.30, ¡vamos! ¡Qué somos el mejor equipo de la complutense!” 


Pero ahí no queda la cosa: de pronto, descubre una bufanda “sin dueño”, y se la cuelga del cuello, pues, según ella “hace mucho frío en canarias”. Bajamos del avión: el equipo, Bobby y su nueva adquisición. Todo bien hasta que una guiri reclama dicha bufanda, a lo que nuestra compañera alega: “No, no, que me la ha regalado mi madre del HyM”. Pero, lo interesante llega cuando nuestra querida capitana anima a la alcoholizada para que se quede con “su bufanda”, confiando ciegamente en la falsa inocencia de la malvada Bobby. 

Cuando estamos ya todas montadas en el autobus, perdón, guagua, de camino a Santa Cruz, Bobby perfuma el autocar con “eau de vomité” (lo que viene siendo el ron miel mezclado con agua). Todo estupendo, y todo maravilloso, hasta que por fin llegamos, encontrándonos con una temperatura ideal, pues nos sobraban los abrigos pese a ser Febrero. Momento Aitana en el que se acerca a una mujer de unos 50 años para preguntarle si quiere jugar al rugby; ante la negativa de ésta, a Bobby, que no da crédito, se le escapa un ¿¿¿Por qué??? desde lo más profundo de su ser, ya que no comprende semejante actitud.

Nos vimos en la obligación de coger un taxi hasta La laguna, en el que Matilda, Nemo y May jugaron mal sus cartas terminando así en el mismo taxi que la borracha del grupo, la cual, tras el pánico que en ella provocó acercar levemente la cabeza hacia la ventanilla y casi caerse fuera del coche, marcó con amor las pequeñas converse de Matilda con su agradable fragancia.
Por fin, vamos en busca de Estrella, y aparecemos sin comerlo ni beberlo en la casa de un desconocido (amigo de Estrella), en una fiesta al más puro estilo americano. Invadimos la habitación del anfitrión con los macutos y a partir de ahí todo viene rodado. Estrella nos comunica que todo su equipo se ha ido a dormir para jugar despejadas al día siguiente, lo cual no nos intimida ni lo más mínimo y nos anima a beber como si no hubiera un mañana. De pronto, la panda de histéricas de la que éramos miembros disponía de cerveza ilimitada y tenía total autoridad para manejar la música a su antojo (aunque en cuanto nos despistábamos había boicoteadores al acecho). Al final, unas terminaron en casa de Berta (las más débiles) y otras en casa de Estrella, quien decidió llevarse la fiesta de casa de su colega a la suya para molestar a unos “amigos” holandeses a los que daba cobijo y que ya no eran tan amigos.
Amanecemos con una llamada a Estrella preguntando que donde estamos y comunicándole que son las 11 (hora del partido) y nos están esperando. Tras la llamada y pareciendo 
verdaderos despojos humanos, las residentes en Star's house llegan al campo, donde está ya todo el mundo listo, incluidas las residentes en Berta's house. Llega el esperado partido, y como es típico en nosotras, en lugar de ir sobradas, disponemos del mínimo requerido para jugar, en este caso a seven (Matilda, Bobby, Yara, Nemo, Granini, Noe, Lola). Sudando alcohol puro, ganamos a las canarias. 


Lo bueno llegó con el pollo y las canciones que marcaron un antes y un después en el orgullo de nuestra capi-capitana. “Yara me ha parido he salido por su chumino” y “Esa Yara, amamántanos”, interpretadas by Jones&Star, entre otros remixes que serán las canciones del verano. Cabe destacar que Noe y Estrella con sus canciones y berridos consiguieron desquiciar a más de uno y probablemente ayudaran a que nos quedásemos solas en el bar. 




Crónica Tenerife II


Escrito por Lola. Con la colaboración de Yara



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